Las gaviotas, los aviones;
los halcones y palomas;
las palabras, las pasiones;
las canciones y las bromas
todo vuela, todo rueda,
por el aire, por la tierra,
en la memoria y el tiempo,
todo cambia, todo crece
y lo que vive perece,
ninguna cosa en el mundo
en su lugar permanece.
Cómo puedo yo contigo
tu cuerpo en el mío anclar,
si el huracán enemigo
sopla para separar,
cómo puedo yo contigo
hundirme hasta lo más hondo
de amor fundirme en el fondo,
de amor hundirme en el río,
ser el cieno, ser el lodo,
ser el fango que retiene
la quilla de tu navío.
Si nuestra vida en el viento,
en la memoria y el tiempo
se confunde en el olvido
¡ay que no quiero morir!
¡ay que no quiero volar!