Bajo esta piel
que estoy mudando
encendá un amanecer
que no para de crecer
que no para de crecer.
Con el sol de abril
y sin saber por qué
estoy sudando en nuestra fé
que no para de crecer
que no para de crecer.
Tengo aquá el cristal
en mis manos,
ya soy todo un corazón
que no para de crecer
que no para de crecer.
Ya no para de crecer
el poder de nuestra fé