Flor nacida en un jardín
de invierno, de cristal,
que creciste triste
bajo un frío rayo de sol.
Tú que creíste equivocada
que el amor era pecado
y tanto empeño pusiste
en guardar tus encantos.
No dejes que el tiempo,
flor de invernadero,
pase y te marchite
y queme así tus sueños.
Ven conmigo y vuela
donde brilla más el sol.
Tú nunca escuchaste
de la fuente el murmurar
ni envidiaste al vuelo
de la alondra, ni su libertad.
Nunca sentiste la lluvia
tu rostro azotar,
ni la caricia del viento
alegró tu penar.
No quiero que seas
flor de invernadero.
No quiero que mueras
sin haber visto el cielo.
Ven conmigo y vuela
donde brilla más el sol.
Ven conmigo,
yo te enseñaré
lo más hermoso
del amor...