Las garras de un terrible ser,
desplumaban a un ángel en el cielo,
desde aquí lo vi caer,
hacia el baldío de los misterios,
yo corrí desesperado,
sentí el ardor de una herida abierta,
estaba el ángel ahí tirado,
y en sus ojos habló la tristeza.
No me mires así,
Dios me ha hecho para caer,
y no sientas pena por mí,
tal vez vivir cueste el pecado,
y si todo lo soñado,
no vive en la realidad,
es el ángel que te cuida,
el que ves caído acá.
Las espinas del cardo santo,
lo abrazaron en su caída,
entre sahumerios de basura,
el ángel aquel se moría,
se hundió un vacío a mis espaldas,
y sentí que solo me quedaba,
en el baldío de los misterios,
con esos ojos tristes que me hablaban.
No me mires así...
Es el ángel que te cuida,
que se está muriendo acá