Siguiendo el paso tras de ti
sin demasiada convicción,
en el camino me perdí
en un oscuro callejón.
Quisiera ser el que ya fui
y no una sombra tras de ti.
Sin nada casi que decir,
huyendo al ruido del motor,
¿te importa si me quedo aquí?
Hasta siempre, adiós, mi amor.
Te escribiré a donde estés,
el sobre irá sin dirección.
Adiós, mi amor, adiós, mi amor,
que estás muy hondo en mi obsesión.
El tiempo juega a tu favor
y yo me inundo una vez más
en este vaso del honor
imaginando donde estás.
Te buscaré de aquí hasta el fin,
del mundo que me unía a ti.
Adiós, mi amor, adiós, mi amor,
que estoy perdido en tu prisión.
Adiós, mi amor, adiós, mi amor,
que estás muy hondo en mi obsesión.