De la fiesta blanca de tutú,
de los halagos rotos y palabras huecas. el ruido que descansa en ti,
en abrazos de nata y la cena indiscreta.
Te agarré fuerte y libre a la vez,
nos sudamos la vida,
compartimos maleta, de la puerta me guardé un yoyó
para hacerte un columpio con las manos abiertas.
El misterio de dos almas
que van de atrás a adelante,
protegiéndose del cuello
de la piel de otros amantes,
ni lo tuyo ni lo mío,
tal vez llegue a ser destino
y seguimos gravitando
cada uno en su camino, cada uno en su camino.
Que yo te adiviné, te adiviné,
te saqué de un mundo donde nunca hay nadie
tiré los disfraces y luego me dibujé
la reina del baile.
Que yo te adiviné, te adiviné y se fue el silencio de tus noches frías,
desarmé soldados de legiones de algodón
y te hice vida.
De la charla me colgué por ti,
porque vamos a medias
esquivando tormentas,
en el mono de saberte al fin y
querer que no salgas de mi cama revuelta.
El misterio de dos almas
que van de atrás a adelante,
esta vez hay más en juego
porque no puedo salvarte,
porque no puedo salvarte.
Que yo te adiviné, te adiviné,
te saqué de un mundo donde nunca hay nadie,
tiré los disfraces y luego me dibujé
la reina del baile.
Que yo te adiviné, te adiviné
y se fue el silencio de tus noches frías,
desarmé soldados de legiones de algodón
y te hice vida.
Que yo te adiviné, te adiviné,
te saque de un mundo donde nunca hay nadie
tiré los disfraces y luego me dibujé la reina del baile.
Que yo te adiviné, te adiviné
y se fue el silencio de tus noches frías,
desarmé soldados de legiones de algodón
y te hice vida.