Ngüns
Y el niño empezó,
a los ojos de la noche,
botón recoge precio de su tiempo,
niña lo miró,
hojas de la negación, la
de la bala se conecta con el precio de su crimen.
¿Qué hemos dicho,
¿no era su cama,
lo que de nuestra presencia,
no hemos pagado la penitencia.
Ahora, el niño ve,
a través de los ojos de placer,
palancas de levantar nota de su rima,
niña Bled,
hojas de la noche,
los amantes de conectar con el precio de su moneda de diez centavos.
¿Qué hemos dicho,
¿no era su cama,
lo que de nuestra presencia,
no hemos pagado la penitencia,
a los antiguos dioses y siguió adelante,
a los antiguos dioses y siguió adelante,
a los antiguos dioses y siguió adelante,
a las armas nuevas, a las armas nuevas.
¿Qué hemos dicho,
¿no era su cama,
lo que de nuestra presencia,
no hemos pagado la penitencia,
¿Qué hemos dicho,
¿no era su cama,
lo que de nuestra presencia,
no hemos pagado la penitencia,
a los antiguos dioses y siguió adelante,
a los antiguos dioses y siguió adelante,
a los antiguos dioses y siguió adelante,
a las armas nuevas, a las armas nuevas.