Del campo a la ciudad se pierde la inocencia
Allá solo hay amor y aquí solo hay violencia
Quisiera regresar al campo y sus praderas
Se que no volveré, pero lo extrañaré, hasta que yo me muera.
Que bonito es oír el canto de los gallos
O en el campo correr al lomo de un caballo
Y poder respirar el aire que es tan puro
Yo vine a comprender que estar en al ciudad deveras que es muy duro.
Del campo a la ciudad se pierden las costumbres
Que chulo es calentar tortillas en la lumbre
Allá sabe mejor un plato de fríjoles
Es una bendición poderla acompañar con un jarro de atole.
Todo el que vive allá se queja de pobreza
La vida natural es una gran riqueza
Nos damos cuenta ya que todo se ha perdido
Será que en la ciudad no podemos pensar, nos entorpece el ruido.
Pendiente del reloj se está a cada momento
Para poder llegar a tu trabajo a tiempo
Yo no tenía patrón allá donde vivía
Pero se me ocurrió venirme a la ciudad
Y acá es otra la vida.
Para poder vivir hay que chambear a diario
Del trabajo al hogar se vuelve rutinario
Con ruidos de motor se vive todo el día
Así es en la ciudad, me tiene enfermo ya tanta tecnología.
Del campo a la ciudad se pierden las costumbres
Que chulo es calentar tortillas en la lumbre
Allá sabe mejor un plato de fríjoles
Es una bendición poderla acompañar con un jarro de atole.