Yo no busco lo que vos tenés,
yo no quiero hacerte ningún test.
Sigo siendo un gato en la ciudad,
dame una oportunidad.
Tengo a un ruso y a un yanqui dentro de mi habitación,
que se juegan mis zapatos y mi foto de graduación,
en un Atari.
Son las cuatro y no puedo dormir,
salgo a la calle a pelear por mí,
sólo me muevo bien
y la noche me tomó por rehén.
Alguien tira para abajo, yo me trato de zafar,
alguien que grita "es de los nuestros",
alguien que lo va a buscar.
Pero venga lo que venga, para bien o mal,
tirá, tirá para arriba, tirá.
Si no ves la salida, no importa, mi amor,
no importa. Vos, tirá.
Tirá, tirá para arriba, tirá.
No hay horas perdidas, no aflojes mi amor,
no aflojes, vos, tirá.
Ya no podrás quejarte si no encuentras
lo que tanto buscabas en tu corazón,
y si te agarras los dedos contra una puerta pesada,
estoy seguro que tus gritos romperán los vidrios
de la Casa Rosada.
La belleza de tu pierna escapándole a la sábana,
tu sexo a la deriva y la loca ilusión que algún día
inventemos para todos un mundo mucho mejor.
Pero venga lo que venga, para bien o mal,
tirá, tirá para arriba, tirá.
Si no ves la salida, no importa, mi amor,
no importa. Vos, tirá.
Tirá, tirá para arriba, tirá.
No hay horas perdidas, no aflojes mi amor,
no aflojes, vos, tirá.