Nada tienen de especial,
dos mujeres que se dan la mano.
El matiz viene después,
cuando lo hacen por debajo del mantel.
Luego a solas, sin nada que perder,
tras las manos va el resto de la piel.
Un amor por ocultar, y aunque
en cueros no hay donde esconderlo;
lo disfrazan de amistad,
cuando salen a pasear por la ciudad.
Una opina que aquello no está bien,
la otra opina que: ¿qué se le va a hacer?
Y lo que opinen los demás - está demás.
¿Quién detiene palomas al vuelo?
volando a ras del suelo; mujer contra mujer.
No estoy yo por la labor,
de tirarles la primera piedra.
Si equivoco la ocasión,
y las hallo labio a labio en el salón,
ni siquiera me atrevería a toser.
Si no gusto - ya sé lo qué hay que hacer,
que con mis piedras, hacen ellas su pared.
¿Quién detiene palomas al vuelo?
volando a ras del suelo: mujer contra mujer.
Una opina que aquello no está bien,
la otra opina que: ¿qué se le va a hacer?
Y lo que opinen los demás - está demás.
¿Quién detiene palomas al vuelo?
volando a ras del suelo; mujer contra mujer.
¿Quién detiene palomas al vuelo?
volando a ras del suelo; mujer contra mujer.