Detrás del muro en el convento
hay un sueño en la piel
Sor María se disfraza como el viento
sueña y vuela, va con él.
Sor María encerrada,
le prohibieron libertad,
las hermanas le advirtieron con espanto
es pecado enamorarse,
es virtud la castidad.
Se lo dijo el padre Aurelio
Sor María pliega el vuelo,
hija mía ponte en paz.
Ella dijo: "ya no puedo padre Aurelio
si la luz entra en el agua,
se le olvida el cielo".
Una mujer enamorada, decidida,
pasma el aire, el universo y la razón.
Si la luz entra en el agua, olvida el cielo
va con el sueño en la piel.
Hablando sola con su sombra
inventando estar con él,
suelta un beso en el aire y lo nombra
labios llenos de su miel.
Sor María enamorada sin remedio
trae ardiendo el corazón.
Está inundada de sus sueños, de sus ganas,
ignorarlo es contranatural
por piedad no me juzguen, ¡Redentor!
Una mujer enamorada, decidida,
pasma el aire, el universo y la razón.
Si la luz entra en el agua, olvida el cielo
va con el sueño en la piel.
Ven huir al padre Aurelio,
Sor María fatal,
los sorprendieron en pecado capital
los fusilaron a los dos,
mano con mano hasta el final
como los arboles que mueren de pie.
Y se soñaba
con la luz de la mañana
y la bandera
que le besa el vientre y los labios y los pies
se sonroja y se le encienden las mejillas.
Se murió con un sueño en la piel
con un sueño en la piel,
con un sueño en la piel.
(Gracias a Luis fco por esta letra)