El Precio
Sé bien que algún día mi tormenta escampará. Espero, ¡mi vida! Que en mí,
deje de nevar. Tengo tanto que dar pero mis demonios no me quieren dejar.
Intentaré, si he de caer, incorporarme, cien veces cien, sin importarme el
precio que haya que pagar. Juro que no habrá amanecer en el que no luche por
ser libre al fin y no deje nunca de crecer. El miedo me corteja, Bailan mis
dudas con mi mal, el fracaso me aconseja que no cante victoria hasta el
final. Perdí mi libertad por creer que el mundo terminaba a mis pies.
¡Abrázame! No me dejes caer, arrópame con la fuerza de ver que mañana el sol
saldrá para mí también. Ayúdame, dame tu luz, comparte conmigo mi cruz,
Préstame constancia mi niña, ¡préstame paz!