Las luces del bar, empiezan a molestarme,
y vos decás que sus ojos está¡n, tan llenos de vida,
pero, no te ven, no te ven...
Y vas llorar, vasos llenos te interrumpen,
quizá¡s ella nunca sabrá¡ que sus amigos
brindan en una tarde de soledad.
Siempre me hablaste de ella... siempre me hablaste de ella.
Siempre me hablaste de ella... siempre me hablaste de ella...
Huellas del recuerdo, las hojas muertas de aquel otoá±o
y las lá¡grimas que duelen má¡s.
Gente que habla en otras mesas, no se mirar ni sonráen,
te cansaste de viajar me decás, de regreso a casa te tendrá¡s que cuidar.
Siempre me hablaste de ella... siempre me hablaste de ella.
Siempre me hablaste de ella... siempre me hablaste de ella...
Siempre me hablaste de ella... siempre me hablaste de ella
Siempre me hablaste de ella... siempre me hablaste de ella...