Iluminada madrugada
luces del horizonte,
donde aprendimos del amor
juntos en un mirador.
Recuerda bien el sitio
donde tu creciste
porque ahora esa cuidad
ya no existe
ahora tu vista me arrastra, me agarra, me amarra y me castra.
Y este maldito verano
que me tiene dolidas las manos
en mi cama sudando por ti
yo no pienso vivir,
pues son los mismos engaños que ahora se detectar con los años y la dura lección que aprendí es que no espero mas por ti.
Nos despertamos en la playa entre Diveana y Nirvana
la noche en que perdí el reloj 1992, recuerdo que la arena no era tan oscura y que tu voluntad no era tan dura, ahora tus ojos perforan, confunden, me hunden, me ignoran.
Y este maldito verano
que me tiene dolidas las manos
en mi cama sudando por ti
yo no pienso vivir,
pues son los mismos engaños que ahora se detectar con los años y la dura lección que aprendí es que no espero mas por ti.
No se porque te veo en sueños en blanco y negro como los perros, ni porque despierto temblando si es el medio del verano; que me tiene dolidas las manos en mi cama sudando por ti yo no pienso vivir,
pues son los mismos engaños que ahora se detectar con los años y la dura lección que aprendí es que no espero mas por ti.
(Gracias a Michael W. por esta letra)