Justo ayer me di cuenta
que sólo es cuestión de plata,
mientras diez ventanillas cobran,
una sola es la que paga.
De cómo piensa la gente,
a veces la diferencia
es tan grande que parecen
seres de alguna otra tierra.
Y, ¿Qué me dicen de esa casa sola
que se ve desde un avión?
Quizá en la soledad no haya dolor.
De pensar, de pensar en nada.
En la oficina del trabajo,
llegando el año nuevo,
todos se pelean por
ese maldito ascenso.
Con la cuota de frustración
algunos la viven de rosa,
la ciudad se pone grande
y cada vez mas peligrosa.
De pensar, de pensar en nada.